Recorridos turísticos
Roma
Fundada según el mito por los legendarios Rómulo y Remo, es la capital de Italia y de la región del Lacio. La ciudad es el resultado del paso por muchos períodos históricos, por lo que sus barrios son una mezcla de edificios antiguos, medievales, renacentistas y modernos. En sus orígenes fue construida en torno a siete míticas colinas: Aventino, Capitolino, Esquilino, Caelino, Palatino, Quirinal y Vimina.
El Palatino, lugar en el que según la leyenda Rómulo fundó Roma en el siglo VIII a.C., constituye el corazón de la antigua Roma, con el Foro Romano y El Coliseo como máximos exponentes de la arquitectura imperial. Durante años esta colina fue la sede de soberanos y Papas. En la época de la dominación bizantina comenzaron a levantarse lugares dedicados al culto cristiano. En el siglo XI y XII fue fortificada. Toda la zona es visitable gracias al trazado de la vía Sacra, que pasa junto a lugares como el templo de Vesta o la Curia Romana.
El Coliseo, del siglo I d.C., es el símbolo clásico de esta Roma imperial. Su arquitectura resulta de un homenaje al arte griego, visible en algunos de sus elementos como las columnas de la fachada. Al lado del Coliseo aparece el Arco de Constantino, construido para festejar la victoria contra Majencio. El Foro Romano, entre el Capitolio y el Palatino, era el centro de la actividad social, comercial y administrativo de la antigua Roma.
La colina Capitolina era la sede del poder y el centro religioso de la ciudad. En la actualidad sus contornos están delimitados por el monumento a Vittorio Emmanuele y por la iglesia de Santa María Aracoeli, situada en una sus dos cimas, la conocida como Arx, ciudadela. En su interior se encuentran numerosas obras de arte romano, de los siglos XIII al XVIII. El monumento a Vittorio Enmanuele, construido entre 1885 y 1891 con mármol blanco de Brescia, es un símbolo de la unificación de Italia. Está situado en la plaza Venecia, el epicentro de la ciudad y un cruce de calles que se extienden hacia los cuatro puntos cardinales: vía del Corso; corso Vittorio Enmanuele; vía dei Fori Imperiali, y la vía Nazionale.
En la plaza Venecia encontramos el palacio homónimo, en parte fortaleza y en parte palacio, y la célebre iglesia de San Marcos. En esta basílica, una de las más antiguas de la ciudad, destacan el magnífico mosaico de ábside, del año 833, el pórtico, y el techo, recubierto por una capa de oro.
Con el tiempo el foro resultó demasiado pequeño para acoger el desarrollo del floreciente imperio por lo que se crearon nuevos espacios dentro de las murallas, los llamados Foros Imperiales. Constituyen el mayor yacimiento arqueológico del mundo. Tal vez el más grandioso de todos sea el de Trajano. Aquí se esconden dos pequeñas joyas: la iglesia de Santa María del Loreto, que conserva la estatua de Santa Susana, una influyente obra del barroco, y el santuario del Santísimo Nombre de María, del siglo XVIII.
El Panteón, templo dedicado a todos los dioses, posee un único punto de luz, un agujero circular que crea efectos visuales sorprendentes, y cobija los restos del pintor Rafael. Al sur del templo nos encontramos con los restos de las termas de Agripa, en la vía Arco Della Ciambella. Al sureste aparece Santa María Minerva , una de las pocas iglesias góticas de Roma que con el tiempo ha sufrido diversas modificaciones como la rica ornamentación interior, a cargo de autores como Miguel Angel, Bernini y Filippo Lippi. Entre las multitud de plazas romanas destaca la de Navona, la más animada junto con plaza España, famosa por su soberbia escalinata. La plaza Navona es de estilo barroca y alberga verdaderas obras de arte: la fachada de la iglesia de Sant´Agnese in Agone , de Borromini, y las fuentes de los Cuatro Ríos, de Bernini, y la del Moro. Muy cerca de la plaza se encuentra la iglesia de Santa María Della Pace con los frescos de Rafael de Las cuatro sibilas.
Entre Navona y la plaza de la Rotonda encontramos el palacio Madama, del siglo XVI, construido por los Medici, actual sede del Senado. Frente al palacio se ubica la iglesia barroca de San Luigi dei Francesi, en la que destacan las tres pinturas de Caravaggio en la capella Contarelli. En el extremo sur de Navona se encuentran la plaza de Pasquino y los palacios de Braschi, donde se celebran exposiciones itinerantes sobre la historia de Roma, y Massimo, que pertenece a una de las familias más antiguas de Roma.
Al sur del palacio Della Cancelería, en la vía del Pellegrino, encontramos la animada plaza de Campo dei Fiori. Utilizada en el pasado por los Papas como campo de ejecución, es la más laica de todas las plazas romanas ya que nunca albergó ningún edificio dedicado al culto religioso. A lo largo de vía del Corso pueden admirarse algunos palacios como el de La Piccolla Farnesian, que alberga un museo con esculturas antiguas.
El área Sacra, formada por cuatro templos (3 cuadrados y 1 circular) de los siglos III y IV a.C. marca los límites del antiguo ghetto judío. El Papa Pablo IV obligó a la comunidad judía, que hasta ese momento vivía en el barrio de Trastevere, a trasladarse al otro lado del río.Allí nos encontramos con el museo de Cultura Judía y una sinagoga, aunque en la actualidad sólo una quinta parte de la población de esta zona pertenece a dicha religión.
En la colina del Quirinal, la más alta de las siete, encontramos la más renombrada de las fuentes romanas, la fontana di Trevi . Diseñada por Nicola Salvi, simboliza a las diosas de la Salubridad y la Abundancia, flanqueadas por la figura de Neptuno. En esta colina encontramos otros lugares de interés: el palacio del Quirinale, cuyos jardines sólo se abren al público el 2 de julio -para celebrar la fiesta de la República-, iglesias como la de San Carlo alle Quattro Fontane y numerosos palacios como el Barberini, que alberga la gallería nazionale d´Arte Antica.
Al otro lado del Tíber surgen los barrios de Borgo, conocido como "Cittá Leonina", y Trastevere. El barrio de Borgo está formado por laberínticas calles medievales, la vía della Conciliazione lo divide en la actualidad en dos zonas. En una de ellas, el Borgo Santo Spirito, debemos detenernos para admirar la iglesia de Santo Spirito in Sassia, el antiguo hospicio en cuyo interior hay salas con interesantes frescos y el museo de Arte Sanitario. Pero sin duda el barrio tiene en el castel Sant´Angelo su principal punto de interés turístico. Fue convertido, 16 años después de su construcción, en el mausoleo de Adriano y, posteriormente, dedicado a cárcel y refugio de Papas.
El barrio de Trastevere formó parte durante mucho tiempo del imperio Etrusco, por lo que tiene unas características y un estilo diferentes al resto de Roma. Posee una peculiar isla en medio del Tíber que une ambos flancos por dos puentes: el Fabrizio y el Cestio. Este barrio es famoso por su animado mercado, donde todos los domingos se venden objetos de segunda mano. En el extrarradio de Roma se sitúan las termas de Caracalla, majestuosas ruinas de un complejo termal esparcidas entre la plaza Venezia y la vía Appia Antica y las catacumbas de Domitilla, el mayor espacio sepulcral de la Roma paleocristiana junto con las de San Callisto, un importante cementerio cristiano.
sábado, 3 de marzo de 2007
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